Mucha gente odia los lunes, a mi me parecen encantadores, en realidad el día que oficialmente odio son los domingos... me parecen hostigosos y faltos de creatividad, lentos, demasiado lentos para mi gusto.
Pero resulta que con este cambio laboral, los martes se están constituyendo como algo odiosillos...
Ya van dos martes que la marabunta de jefes y confederados me hacen diapalitos el día.
1. ¿Qué tengo que ver yo con el envío de invitaciones? Yo las redacto, las diseño y las mando a imprimir, la distribución no me corresponde.
2. Está bueno, yo redacto todo panfleto incendiario que quieran, no me quejo, eso si... cálmense y entiendan que no tengo una vocesita en mi cabeza que me dicta todo, la vocesita que vive en mi cabeza me dice otras cosas no relacionadas al trabajo ^^.
3. Esta fue la primera y última vez que les contesto el teléfono a la hora que estoy ingiriendo mis sagrados y abundantes alimentos.
4. Yo solo necesito tan solo UNA condición para escribir lindo, como a ustedes les gusta, con consignas y todo... y esa única condición es que me dejen de hablar tres o cuatro a la vez, es señal reconocida que cuando me pongo los audífonos es que no quiero hablar con nadie.
Por favor... no hagan que odie los martes.
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