es un país bien raro... ¿y yo de qué me extraño? No soy precisamente una mujer muy normal y típica que se diga.
Lleno de incongruencias, de inconsistencias, a veces falto de valor y de deseos de llevar más allá sus expectativas. Él y yo a veces no logramos ver quién nos quiere y quién no. El país soy yo y él soy yo. Llenos de malos pensamientos, de desasosiego, esperanzas y quejas, mantenemos la distancia y nos implicamos de entero.
Los cambios climáticos, de humor y de opinión nos aquejan profundamente, no creemos, somos escépticos y aún así nos gusta creer en algunas personas. No sé... a lo mejor, mi país y yo somos incoherentes y, aquí entre nos, eso me duele.
Durante años he querido ser más rígida, menos tolerante y rodearme de personas que "valen la pena". Pobre de mi. En fin, soy ser humana y supongo que todos, sin excepción, tenemos el justo derecho a equivocarnos, eso si, también sé que es imprescindible el rectificar dichas equivocaciones.
Ayer alguien me dijo, mientras le contaba que estaba en la playa viendo el cielo estrellado... "Si se observa bien, se ve la vía láctea!" Tiene razón mi tierno amigo... si se observa bien, siempre lograremos ver cosas maravillosas, no solo lo malo.
Para mientras, mi país y yo seguiremos siendo "nosotros", con oscuridades, destellos, terrenos dañados y "fértiles campiñas", con todo lo que me gusta y lo que detesto. Pero así lo quiero a él y él así me quiere a mi.
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