lunes, 11 de octubre de 2010

El examen

Ya me desacostumbré a las pruebas, no sé... quizá sea que ha pasado demasiado tiempo fuera de las aulas... y mas si el examen lo tengo que realizar yo.

Me senté con mi lápiz HB No. 2, mi borrador... y una reglita por aquello que los ojos me fallan a la hora de seguir una línea punteada, con todo mi ánimo y paciencia.

Fueron casi tres horas... y el pasar y pasar de las hojas... y sentía que no avanzaba, que no rendía, que fallaba, que me equivocaba (de eso estaba segura, pero no sabía en qué y cómo corregirlo.

La medición de mis siete inteligencias me dejó exhausta... ya estaba halándome los cabellos en la parte de la inteligencia lógica, cuando apareció la parte de la inteligencia verbal.. ah... qué alivio... de ahí saltar a la inteligencia numérica fue una bofetada fría y despiadada. Feo el modo, rotundamente FEO!

Terminé... al fin!!

Desde que realicé la prueba para entrar en la Universidad Nacional, allá por 1996 no me había sentido intimidada por tanta preguntadera... fea la sensación... verdaderamente fea...

2 comentarios:

Clau dijo...

¿Y para qué era el examen en esas tierras lejanas?

PD: en lo que yo leo un post, usted escribe 4!

KR dijo...

Pura gana de joderme! jajajaja...
(Bueno, esa es mi apreciación personal)

Estoy haciendo una consultoría en una Universidad aquí... a pues uno de los requiisitos era hacerme varios exámenes, entre físicos, psicológicos e intelectuales... así que entre el jueves y el sábado pasado estuve entre inyecciones, electródos, llenado chibolitas con mi lápiz y haciendo cálculos matemáticos... entretenido a decir verdad.

Pero al final de cuentas... puro formalismo institucional.

Jajajaja... Ya me han dicho que la producción literaria es muy prolífica, y eso que no publico todo lo que escribo... yo culpo a mi profesor de Creatividad Literaria, en Bachillerato, me exigía producción una vez a la semana, por supuesto que el que le entregaba era uno de los muchos bosquejos y borradores, desde entonces me quedó la maña de escribir mucho, en las primeras semanas de esa materia, escribía hasta quince borradores estructurados, sin contar aquellos que hacia puño instantáneamente... eso si... hay días que no escribo nada de nada...