Soy antisocial.
No me gusta acercarme tanto, no puedo evitar estar sumergida entre la gente, pero empezar a querer gente... es bien difícil para mi, porque ya cuando las quiero... o me voy o se me van... y siento un hueco bien feyito en alguna parte del cuerpo.
Y no me gusta echar de menos a la gente, supongo que es esa tendencia a evitar el sufrimiento, sin embargo no he logrado encontrar la manera de IMPERMEABILIZAR al corazón... así... echo de menos a Carmen, a Iba Pasando, a Myrna... y por supuesto... a la tanatada de locos de mi casa.
En resumen, no puedo evitarlo, siempre que conozco a alguien medio evalúo si será trascendental en mi vida, claro, ya me he equivocado varias veces y la mayoría se va, así como llegaron, unos con más ruido que otros y haciendo destrozos... pero bueno, de ellos no quiero hablar, ni hoy, ni nunca.
Hoy quiero hablar de ella, hoy que la conocí. Se llama Lorena, tiene el cutis de porcelana y unos colores bien interesantes... con toda la timidez que me puede desbordar entré a su reino y casi fue instantáneo, me sentí a gusto ahí.
Sé muy poco de ella, casi nada... sé que poco tiempo estará cerca de mi... pero lo sé... me va a enseñar mucho.
Ella es una artista y yo... yo soy su lienzo.
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