Este post no es sobre las caídas físicas que a veces me he dado... aunque pensando un rato... ver en retrospectivas mis últimas dos caídas es irónico haberme caído de esa manera cuando iba caminando o agarrada de alguien o agarrada de un pasamanos. Patas pandas las mías. Estos "fails" conmigo misma son más de índole interno... no es que ande yo cayéndome a cada rato... aunque el tipo de "Cinemark" todavía se ha de estar riendo cuando vio como casi provoco una avalancha de gente en las gradas mientras salía.
Me he hecho propensa a "caer" en ciertos aspectos, desde hace ratos el doctor me está diciendo que para que el tratamiento dé resultado óptimo tengo que mejorar mis hábitos alimenticios... rebajar un poco y dejar ciertos vicios...
"Está usted loco doctor" fue mi respuesta intempestiva cuando me dijo que no podía tomar café... no lo soporto, puede pedirme que renuncie a casi todo y le juro que lo hago, pero el café!!! EL CAFÉ!!!! Pídame querido doctor que deje de fumar, le juro que no me cuesta... dígame que no vuelva a tener relaciones sexuales... le prometo que me zampo un cinturón de castidad... que deje de comer, beber y respirar.... pero el café!! EL CAFÉ!!!! EL CAFÉ NO DOCTOR!
Luego de verme el berrinche se me quedó viendo fijo y no dijo más... en la receta escribió con su mínima y fea letra 1 taza de café al día NADA MAS!!!
Bueno, algo es algo...
Ayer fuera de darme felicidad a la hora de pesarme... me dio susto, he aumentado seis libras.... SEIS!!! en una semana!!!! WTF????? se supone que estoy comiendo sano... mmmm... no, ya me acordé, el miércoles aterricé forzosamente en un McDonals (¬¬)... al día siguiente... me tomé una sopa de tomate con albahaca que creo que en vez de hacerla con agua... fue cocida a base de crema... también en un aterrizaje forzoso...(¬¬). Ni le cuento eso al renombrado doctor porque me mata!
El aterrizaje forzoso de esta tarde ha sido en La Panetiere (^-^) y el pecado ha sido un Lemoncello y la respectiva taza de café diaria... así que este post es altamente pecaminoso por ser escrito en el momento exacto en el que me saboreo el disco de chocolate que trae mi perfecto y magnífico Lemoncello... no le cuenten a mi doctor por favor... él es de los pocos hombres que me conocen y que creen que soy una buena chica...
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