domingo, 30 de enero de 2011

Lento

Siempre me han parecido lentos los domingos.

Este domingo opté por seguirle el ritmo al día, siempre ando a la carrera, siempre he querido que alguien desarrolle la capacidad de teletransportación y que luego me enseñe a mi, me ahorraría mucho tiempo y dinero en traslados cotidianos, más ahora que los buseros quieren aumentarle el precio al pasaje.

Levantarme casi a la misma hora de siempre, cuando todavía el cielo está oscuro y las estrellas tilitan a lo lejos de una manera alentejuelada me da la impresión de tener el tiempo siempre bien cuadriculado, soy un manojo de rutinas. Y cómo odio a la rutina, me parece un cáncer invasivo que deja a la humanidad a expensas de su necedad.

Quiero ser lenta, no solo hoy, sino simpre, no ser "rauda", no andar a la carrera, corriendo, agitada, siempre yendome... "vos no vas tarde, vas apurada" me dijo un día Gabriela.

Hoy no, al ducharme, me tomé suficiente tiempo para lavarme bien el cabello (me ha crecido bastante el último mes), para hacer inventario de mis lunares, no vaya a ser que haya dejado alguno perdido por ahí y para cerciorarme de no poseer ningún nuevo morete. El doctor dijo que al ir terminando el procedimiento de medicinas post-intervención dejarían de aparecerme. (¬¬) tengo dos moretes nuevos... uno en la rodilla derecha y otro... por ahí... me reservaré su ubicación.

Hoy no, salí de la casa y pasé viendo las begonias que está cuidando con tanto amor mi madre, sus impertinentes rosa y sus simples lilas... esta mujer donde sea que vaya siempre trae una nueva planta y la entrada de la casa se ha convertido en un vivero... pasé saludando a las flores y emprendí mi viaje a la parada de buses, me di cuenta que hay microbuses "directos" desde la colonia hasta San Salvador, son un poco más caros, pero vas seguro, tranquilo y cómodo...no... hoy no abordé la 168... la dejé para después, es bien chivo poder dejar para después algunas cosas.

Hoy no, hoy soy lenta, camino hacia donde me reuniría con Myrna... pasé comprando un cigarro y me lo fumé despacio, disfrutando cada bocanada de su terrible humo, de su calor embriagante yo que camino contra el frío matutino envuelta en mi sueter negro... camino lento, espero que los semáforos me autoricen el tránsito... me gusta caminar lento, en especial ahora que he dejado los tacones para otro día, hoy es día de tenis... voy lenta.

Hoy leí lo que tenía que leer, pero en vez de sacar rápida e intempestivamente las preguntas necesarias, me tomé mi tiempo, mi pregunta fue corta y lenta... concisa... lentamente me la contestaron Myrna y Mayra, con paciencia les escuché, con sorpresa asumí la respuesta, con detenimiento hice recuento de los daños y tracé nueva trayectoria.

Hoy no, hoy no corrí al siguiente destino, no quise llamar ni mandar mensaje de texto que anunciara mi llegada, en la parada estaba, dispuesta a llegar donde fuera que me llevara el viento, cuando de repente... decidí lo inverosímil... regresé al hogar materno... lentamente emprendí el viaje... 3 horas después estaba comiendo con la niña Marthita y Sebastian, ambos sorprendidos de mi presencia lenta, de mi mirada soñolienta, de mi intención peliculera... al final ganó el cansancio y dormí. Hasta para dormir fui lenta este domingo. Ni siquiera recuerdo haber soñado, casi imposible para mi.

La noche caí lentamente esta tarde, se despedía el sol cuando yo desperté... para seguir con la lentitud me incorporé y platiqué con una amiga... Slow... mis expectativas nocturnas estaban en "slow", tuve que tardarme lo suficiente para que las neuronas conectaran entre ellas. Él apareció en mi recuerdo, una idea semi-automática me vino a la mente. Pero ahora estoy en estado lento.

Hablar con las personas con suficiente tiempo, tiene su encanto, las palabras parecen ser alargadas, el teclado parece estar tan lejos que a veces no lo alcanzo. Creo que me gustaría ser así siempre. Nada malo les haría mi lentitud a este mundo.

Hoy me deje ser lenta, disfrutar todo con gusto, encontrando las chispas discretas de la fricción de las cosas que le dan un destello de vida, disfrutando mientras respiro a un ritmo distinto al habitual, llegó lenta la medianoche y voy a apagar la luz y... lentamente... me dirijo a mi cama de nuevo.

Mañana tengo que hacer muchas cosas.

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