Mi maestra dice que se alegró cuando me encontró en el devenir de esta vida, ella que es una mujer muy sapiente logró visualizarme en una fiesta en la que coincidimos hace casi cuatro años atrás.
Luego de interpretarme de la manera más exacta y de que a mi me pasara el susto y el mareo por los mojitos recién consumidos me di cuenta que estaríamos ligadas por mucho tiempo.
En su esfuerzo por hacer de mi un ser humano pleno, el primer libro que me dio a leer fue "inteligencia emocional" un enorme mamotreto compilatorio de varios estudios científicos y filosóficos sobre ese ideal de poder equilibrar la lógica con las emociones. Luego se ha dado a la tarea de re-educarme en muchos sentidos, de hecho, los grandes logros (o retos) con las relaciones interpersonales actuales que tengo se las agradezco a ella.
Desde que regresé hace seis semanas, solo han habido dos semanas en las que no he estado enferma de la garganta, ella dice que es porque hay cosas que no he dicho aún y eso me trae podrida la voz, a lo mejor, yo le explico que no he querido decirlas porque siento que si las digo voy a desatar cosas de mi pasado que no quiero desatar...
Yo se lo he dicho ya varias veces... no logro entenderme del todo y me da miedo encontrar más pudrición no solo en mi garganta, sino en mi corazón también... ella me dice, con esos sus ojos amorosos de madre sin ser madre... "no te tengas miedo" pero es tan difícil...
Hoy tenía mi clase con ella, quiere presentarme a otros excéntricos como nosotras pero le mandé un mensaje, sigo mal de la garganta y la fiebre me tiene viendo dibujos animados en el techo de mi cuarto... sé que en parte es mi ánimo solitario y de temor de conocer a mas gente o mi parco sentido de sociabilidad o de plano necesito decir lo que tengo atorado en la garganta, el asunto es que nunca había sentido tan oportuna una fiebre.
Tal vez no estoy lista para conocer a más personas o a lo mejor todavía me doy miedo...o peor aún... todavía no logro comprender a la inteligencia emocional.
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