miércoles, 26 de enero de 2011

Lo terrible de días como hoy

no es que me hagan llorar canciones cursis
ni que me equivoque constantemente, contrariándome tanto porque... cómo odio equivocarme!
Tampoco lo terrible es que sienta frío
ni que no consiga bajar los documentos que necesito para seguir redactando.

Lo que convirtió en horrible este día fue el silencio rotundo
ese silencio que se instaló luego de no preguntar lo que tenía que preguntar
o el que se instaló después de decir tu nombre a un amigo que nada tiene que ver contigo,
y que ni siquiera te conoció cuando yo te amaba.

El silencio rotundo que se instala luego de declararlo
"yo te amaba"
correspondiéndole un "ya no te amo"

Lo terrible de días como hoy
no es el cansancio
ni el desamor
ni el silencio y la falta de claridad
ni las preguntas cuyas respuestas son tu nombre
ni el insomnio impertinente.

Lo terrible de días como hoy
es que me siento terriblemente tonta.

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