domingo, 31 de octubre de 2010

Magia

Soy una bruja.

Al alba me dijeron (de broma) que me felicitaban por celebrar mi día. Yo que soy única heredera de una larga tradición recordé a mis antepasados.

Legendaria es la historia de mi bisabuela Rosenda, una menuda indita que hacía "trabajos" allá a inicios del siglo XX, cuenta dicha leyenda que su marido Fermín Palacios era un dirigente comunal en su natal Rosario de Mora, fue el primer y único asesinado en su cantón por la guardia nacional en enero de 1932. Mi bisabuela al ser notificada de su recién estrenada viudez lanzó un hechizo de protección para los pobladores del cantón, pensando principalmente en la seguridad sus muchos hijos e hijas, que para ese entonces eran críos y los mayores ya eran unos adolescentes, una de ellas era mi abuela Sebastiana.

Gracias a ese hechizo su cantón fue el único que no fue arrasado por el terror de la matanza, los hombres parecían estar bajo el efecto de la invisibilidad y las mujeres estaban fuera de toda sospecha. Un cuadrilla de guardias pasó de largo por la calle que venía de Panchimalco, sin siquiera volver a ver la vereda que llevaba al caserío... todavía se escuchaban los disparos de bayonetas en los otros cantones cuando estaban preparando el cadáver del bisabuelo Fermín. Ya aliviada por la seguridad establecida por su sortilegio, entonces se encargó de los asesinos de su marido. Dicen los rumores que encontraron a todo el regimiento que fusiló a mi bisabuelo con la piel infectada por un tipo de plaga purulenta que les carcomió tanto hasta que enloquecieron y se agarraron a balazo limpio entre ellos para dejar de sufrir.

Luego, de todos sus hijos e hijas, solo tres fueron sus herederas... mi abuela Sebastiana fue medium, tenía el poder de comunicarse con el espíritu de los que ya han abandonado este plano existencial, mi bisabuela se dio cuenta de esto cuando mi abuela le aseguró que podía conversar con su papá recién asesinado, Rosenda de Palacios creyó que su hija deliraba por el trauma de ver a su padre envuelto en una sábana, listo para ser enterrado a la carrera y sin caja apropiada porque no les alcanzaba el pisto para comprar una.Tiempo después toda la familia se acostumbró a los soliloquios de mi abuela, comprendieron que era cierto al percatarse que esa adolescente obtenía información que era imposible de obtener para ella, no al menos si alguien se la daba.

Mi tía abuela Hortencia tenía facultades curativas naturales, cuentan que lograba sanar a la gente de sus dolamas con solo tocarlas y era una prodigiosa protectora de las plantas, tuvo un jardín tan grande y variado que todavía existe en un rincón perdido de los Planes de Renderos, cuando yo conocí, el jardín tenía más de 45 años de existir, ahí pude ver plantas que solo ahí he visto... en ningún vivero o parque las he encontrado. Por supuesto, tanta planta era procesada para sacar ungüentos infalibles, líquidos curativos y más de alguna fórmula para retener amores y exorcizar malos pensamientos. Fue muy famosa.

Mi otra tía abuela, que es la única que sobrevive, se llama Eva. Todavía porta orgullosa el huipil y el refajo colorido que ella misma teje cada año, no ha perdido ni la vista ni la lucidez, tiene facultades de clarividencia, por supuesto casi nadie le pone atención y se acuerdan de sus palabras cuando ya las cosas han pasado y están lamentándose. Todos piensan en el momentito que la edad la hace desvariar, pero no... desde joven ha predicho varios acontecimientos y es la única que aprendió a formular sortilegios como su mamá. Cuentan que es muy efectiva. Fue ella la que me contó muchos acontecimientos pasados y me advirtió de los futuros, claro... yo tenía 15 años y como el resto de la familia creí que estaba loquita... poco a poco le he ido creyendo. Fue ella quien me regaló un traje de usanza, como le llama ella, el que está resguardado de las polillas y del olvido en casa de mi madre y que me recuerda el origen de mi piel tostada.

La familia decidió, en pro de la normalidad, dejar en el olvido y la discreción toda esa historia. Pero entonces nací yo. Una excéntrica en medio de tanto escéptico. Pronto comprendí que todo era cuestión de energía, así es... la energía mueve a este universo... memorables son mis enojos titánicos que lograban encender y apagar aparatos eléctricos con solo pasar cerca, o esa capacidad de aliviar el dolor ajeno, no curo, pero si puedo dar alivio... lástima que no he podido descubrir la manera de auto aliviarme mis dolamas... sentir que no estamos solos, que este universo está inmerso en dos realidades polares y contradictorias. Cuando tengo un presentimiento me aflijo, porque casi siempre le atino, se manifiesta con dolorcito algo extraño justo en medio del pecho, como una especie de ansiedad inexplicable que aparece justo cuando todo está yendo bien.

Este universo polar y contradictorio me da miedo, me maravilla también... cuando logro comprender algunas cosas aparecen otros conocimientos que superan mi capacidad de comprensión, me pide que entre y que me pierda en sus misterios, en su lógica simple.. en su palpitar imparable.

Admito que lucho, en muchos aspectos y en diversas formas contra esta mi naturaleza... una vez alguien que me conoce bien me preguntó por qué no leía la carta natal de las personas que me conviene conocer, a fin de evitar ser herida o de obtener información, yo  misma me he preguntado por qué no lanzo algún hechizo conveniente... sería todo tan distinto, fácil y fluído... todo se resume en algo bien simple... no es ético tomar ventaja de esa forma, además ¿y qué tal si se me pasa la mano? con un susto tuve suficiente... nononono... mejor no.

Esta noche, mientras corría pude contemplar  la enormidad de esa sábana negriazul con luciérnagas que se quedaron pegadas ahí... pensé en las mujeres que me heredaron todo esto que soy y tomé la decisión concreta y tajante de hacerme un hechizo a mi misma, porque no es él, el hombre a quien amo, el que necesita uno, soy yo... para sobrevivir a este desencanto... para vivir y seguir aprendiendo tantas cosas más, para cumplir mi destino de no tener una vida ordinaria.



Lucha de gigantes convierte
el aire en gas natural.
Un duelo salvaje advierte,
lo cerca que ando de entrar
en un mundo descomunal
siento mi fragilidad.

Vaya pesadilla, 
corriendo con una bestia detrás.
Dime que es mentira todo,
un sueño tonto y no más,
me da miedo la inmensidad
donde nadie oye mi voz.

Deja de engañar,
no quieras ocultar
que has pasado sin tropezar.
Monstruo de papel
no sé contra quien voy
o es que acaso hay alguien mas aquí?

Creo en los fantasmas terribles
de algun extraño lugar
y en mis tonterías
para hacer tu risa estallar

Deja que pasemos sin miedo.

2 comentarios:

Clau dijo...

Wow, qué interesante.

Qué bonito saber la historia de la familia. Yo lo más que he podido rastrear es a mi bisabuela materna.

Le advierto entonces que nunca me vaya a decir nada de hechos futuros, porque con lo clavada que soy capaz que me muero de la pura congoja...pero bien que la pondría a prueba sobre hechos pasados, como la vez que me leyeron la mano y me quedé con el espanto.

Aunque, yo soy la Agente Scully, así que convencerme cuesta.

KR dijo...

Mi querida Clau... no se asuste, solo soy heredera a medias... jajaja... tengo capacidades pero no las he desarrollado, de alguna manera me da miedo, pero igual, el lado ético no me permite muchas cosas... Creo que de todas, la alquimia me llama la atención... quizá por eso me gusta cocinar... ver como se transforman las cosas ante el calor y otros procesos se me es fascinante.

Lo que si es importante en todo esto Clau, es estar muy conscientes de lo que uno desea para uno y para los que uno ama. Como dije en el posts, todo es cuestión de energías, ¿a quién no le ha pasado que de repente, siente que puede proteger hasta la muerte a alguien amado pero que uno es débil? Es simple transferencia de energía, esa transferencia se transforma en "buena suerte" para el otro... para el protegido y uno en cambio pareciese que se lo está llevando la "legiónd..." Pero es rico, es sano poder aprender a manejar la energía.. Yo apenas estoy comenzando, pero cada vez tengo mas curiosidad y más "hambre" de conocimiento.

En cuanto a mi familia, de ambos lados he investigado y cada vez me sorprendo más de lo que encuentro, eso me sirve para ver a los que somo ahora... comprender patrones y romper con aquellos que no quiero perpetuar. Quiero escribir sobre mis abuelas (por parte de mamá)... y sobre mi abuelo (por parte de papá) que era un nicaragüense fugitivo de la ley.