Hidrógeno y oxigeno…
Para mi… solamente es el mejor conductor de todo: la electricidad, las emociones y el olvido. Un reino desconocido...
Soy un ser de agua, las estrellas me configuraron así… desbocada como río furioso que se dirige a otros lugares, nunca estable, nunca quieto, a veces rápido, a veces lento, … hasta que encuentro la necesidad de sosegar mi ímpetus y ya no llorar, entonces… me convierto en un inmenso lago: oscuro, profundo... inamovible, donde cualquier idea se pierde, se queda rodeada de mi esencia y no vuelve a salir a la superficie. Entonces empiezo a olvidar. Por si fuera poco también esta agua que soy, se muta en incansable, violento y desgarrador mar, que al llegar al contacto con otros destroza todo a su paso.
El agua... tan necesaria para vivir, es tormentosa en ciertos tiempos, en otros es suave llovizna que arrulla tus sueños, salva y ahoga… como lo que siento a cada instante. Como cada una de las emociones que me embarga a cada instante. Como cada lágrima que me sale al leer otras aguas, como cada gota que te moja mientras piensas en mí.
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