jueves, 18 de noviembre de 2010

Toma tu paz y tu misericordia!!

Vos que asististe a la caminata en pro de los reos... en pro de la paz y misericordia para ellos... agarrá tu paz y tu misericordia y lleváselas al marero ese que es heredero de miles de dólares, que tiene carro último modelo, que se siente impune con sus seis abogados defendiéndolo de una golpiza mediática después de la golpiza con la que le quitó la vida a otro hombre joven.

Agarrá tu paz y tu carita sonriente... satisfecha por tu causa... y llevátela allá donde vivís, donde a las 6 p.m. ya no podés salir, donde matan gente que se reúne en partidos de futbol comunitario... o donde descuartizan gente y las entierran en las mismísimas casas donde habitan, donde queman microbuses llenos de gente...

Echate tu paz y tu misericordia a una bolsita y cargala con vos siempre... hace con ellas lo que te pegue la gana... tírala a los aires... a la garduña... y que los miles de asesinos, extorcionistas, violadores de menores, descuartizadores (al mejor estilo de Jack el destripador) vengan y la pisoteen, que le pierdan respeto a tu vida... que te busquen como buscaron a la mujer que iba a su trabajo una mañana y sin decir nada le propinaron un solo tiro en el pecho y tuvo que morirse en la calle sola... porque nadie dice nada, porque nadie hizo nada... porque no hubo otra persona que le deseara paz y misericordia a esa mujer... ni a Tambo... que hace cinco años fue asaltado y lo mataron por quitarle dos celulares, el talonario de la universidad y $15 dólares... a ver... quiero ver... deseale paz y misericordia a mi ex alumno... o a la busero asesinado frente a mis ojos... o tantos y tantos muertos que no tienen paz... que no obtuvieron misericordia a la hora de negociar un nuevo amanecer.

Ahora hija linda... sos famosa...salís en la página 29 del periódico de mayor circulación... sos famosa ahora que salís en la misma página que el sobrino asesino del expresidente... sos famosa... y solo te deseo... paz y misericordia... porque vas a necesitarla para sobrevivir a este cargo de conciencia.

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