Negrura que va llegando
toma por asalto mi ventana,
inunda e infecta mi contorno
deja su frescura instalada.
Ella atemoriza, sorprende
e inquieta a los demás
para mi es solo una niña traviesa
un cachorro hambriento
un asesino a sueldo.
La negrura me enseñó
a no pedirle permiso al viento
para dirigirme a donde se me antoje
para amar a quien me ronque la gana
para odiar hasta matar.
Se apoderó de mis cabellos al nacer
para nunca olvidar
que lo importante, lo verdaderamente importante
está en no dejar de cantar
a la bella libertad
No hay comentarios:
Publicar un comentario