Ante la constante queja de mis alumnos... y después de corroborar que, en efecto, realizaron toooodas las tareas que les dejé en mi ausencia... atendí a su petición de realizar una caminata-excursión a las entrañas de la montaña...
Nos preparamos como era debido... ellos llevaban todo... yo llevaba un libro, el celular/radio (mas apreciado por la radio que por el hecho de la comunicación), el libro que me está tomando más tiempo del debido para terminarlo y el vicio.
"Miss Rapide... ¿no va a llevar nada mas?" Me preguntó Jean Pierre cuando me vio a parecer sin bolsón... "no... no es necesario" contesté. Y me vio con cara de extrañeza como cuando le explico lo que es un sintagma nominal.
Salimos luego de desayunar, de nuestro punto de partida teníamos que tomar un pick up que nos dejaría en el desvío de la aldea Nube Alta (naj aq’aninaq paqalem... que le mientan en Quiché, pero como el nombre es bien largo... solo le dicen Paqalem), de ahí caminar a nuestro destino... el río. El dichoso río es bien conocido por los lugareños porque dicen que sus aguas, justo en un recodo, tienen propiedades curativas... ya lo hemos visto varias veces desde la carretera, pero se ve bien lejos y bien al fondo de un valle y nos pareció un buen lugar para ir a quemar energías y de paso... ver si es cierto que uno se cura con sus aguas... así que cada uno alistó alguna dolama para hacer el encargo milagroso: Marie llevaba una su tos de can que la pone casi morada cuando le da exceso de tos, Jean Pierre anda viendo si se cura una su decepción amorosa (sic), Francoise siempre se queja de una alergia milenaria... Gunter no llevaba nada... ese muchacho es un roble... y yo... pues yo llevaba el síndrome de Tunel Carpiano que me ha tenido con dolor al escribir y si tan famosas son sus aguas, que tal vez me evito la operación de febrero...
Llegamos al desvío a las 10 a.m. nos indicaron el camino... no parecía tan accidentado... piedras pero bien puestas, nada de solturas... empezamos caminando a buen ritmo... lo único es que mis alumnos no son precisamente gente callada así que iban hablando hasta por los codos... yo me enjareté los audífonos y estuve escuchando la amplia variedad de estaciones radiales de esas tierras altas... ya me había abatido de oír rancheras, durangos y quebraditas, por ahí pasaron un par de correntadas (lease reggeaton) y por fin! encontré la señal de una radio decente.
Caminamos... y caminamos... y caminamos... y seguíamos caminando... todos íbamos abrigaditos... como es debido en estas zonas... lo primero que nos fuimos quitando fueron los guantes... luego las bufandas... por último los abrigos... y hasta ahi no mas... no se emocionen, no era streep teas comunitario tampoco... al menos yo empecé a sentir un calor serio... y si así era de "bajada" juela... de subida a saber cómo iba irnos.
Teníamos dos horas de andar cuando Günter... hombre precavido... sacó su infalible mapa de las tierras chapinas... nos detuvimos a hacerla de cartógrafos... constate que mi sentido de orientación nada tiene que ver con mapas... en eso... allaaaaaaaaaaaaá como a kilómetro y medio se asomaron dos personas, estos ojos miopes que me heredó mi madre no distinguían si eran hombres o mujeres... acerquémonos y pidamos orientación, les dije... y así fue... eran dos "patojas" entre los 13 a 15 años... les preguntamos por el río, nos dijeron que de allá venían, que íbamos por buen camino... pero que faltaba un "poquito". Como ya me ha pasado antes que "poquito" en estas regiones no es precisamente una leve caminadita de unos cinco minutos, les dije a los intrépidos acompañantes que siguiéramos... ya me puedo yo que ese "poquito" quiere decir otras dos horas de caminata vigorosa.
Cabal... llegamos faltando un cuarto a las 2 p.m. ¡¡Casi cuatro horas de caminata!! la última media hora fue espantosa.... era un barranco... ay como recordé a mi abuelito Vicente! él siempre me decía que uno para andar vagando tenía que aprender tres cosas: montar a caballo, sacar agua de un pozo y aprender a "caer suavecito" si se baja un barranco. Deslizones, caidas estrepitosas, abrazos a pinos oportunamente puestos en nuestro camino... y un grito: "Départ!!!!!!!!" por parte de Francoise quien venía con todo el envión posible ladera abajo...claro, él llegó primero, yo pensé que tendríamos que dejarlo en remojo en las dichosas aguas curativas dos días seguidos antes de sacarlo en camilla porque por la velocidad que llevaba no era impensable que se quebrara todos los huesos... pero no... aterrizó bien.
Terminamos de llegar... yo aterricé totalmente cansada... empolvada hasta las orejas y con varias ramitas de pino enlazadas en los cabellos. Como ellos iban cargando hasta lo que no debían llegaron peor... "ya ven" les dije... "por eso uno tiene que ser ligero de equipaje".
Tenía tanto calor!!! NUNCA... NUNCA... HABÍA SENTIDO CALOR AQUÍ! :S Tiré la chumpa, la bufanda y el libro en una piedra... me acerqué más al río, me senté en otra piedra y me descalcé, me doblé el pantalón ... y rapidito metí mis cansados pies en el agua... HELADA! estaba deliciosa... totalmente limpia y cristalina... vi que Francoise estaba tirado tal cual garrobo en un gran huevo prehistórico, Marie estaba tratando de agarrar aire porque se estaba ahogando del cansancio y Jean Pierre.... ¿y Jean Pierre????!!! Ya estaba sumergido en las aguas del río.
Me apropié de una piedra medio seca en medio de la fuerte corriente de agua... empecé a ver al rededor... estábamos bien lejos de todo, no había ruido de ninguna clase... el olor era el del pinar vecino... un lugar de encanto realmente...
"Teneumos que avanzar hasta el recodo" dijo el buen Günter mientras se incorporaba de su cansancio. A ponerme los zapatos... porque nononono... no me iba a ir descalza... caminamos unos veinte minutos más y llegamos al objetivo final.
El agua estaba caliente ahí... caliente... no tibia... caliente... como para pelar pollos!
"Yo no voy a meterme ahí" les dije... "fuera de curarme las dolamas voy a salir con quemaduras de tercer grado!" Me atrincheré en una gran piedra, bajo una sombra y me puse a leer... los francesitos, alemanito incluído chapoteaban en el agua caliente... me llamaban pero les otorgué mi cara de "están locos" y seguí en mi lectura... de repente... 2:40 p.m.... ALTO!! si nos tardamos 4 horas en llegar (caminado en bajada) la subida, por lógica, nos llevaría más tiempo, a parte que ya andábamos medio molidos del viaje... a ese ritmo la noche nos sorprendería en el último tramo para llegar al desvío de Nube Alta... además de oscuro, el camino se vuelve mas solitario aún y quién sabe si encontraríamos pick up que nos llevara de regreso a Santa María. "Salgan YA del agua! tenemos que empezar a regresar!" (¬¬ detesto ser la aguafiestas siempre, eso me pasa por tener espíritu pedagógico).
Bien feo, vieran... me entró un gran miedo que nos agarrara la noche lejos... yo no soy tan miedosa en ese aspecto, a veces hasta he pecado de intrépida, pero hoy sentí algo bien fellito... algo así como un mal presentimiento... como no se apuraban empecé a alistarme y a caminar sola... subir ese barranco ha sido de las hazañas memorables que registraré en mi vida desde hoy... tengo las yemas de los dedos rebanadas por irme agarrando para subir... casi que he escalado... y sin arnes!!
Creo que nunca había caminado tan rápido... y veo que los días de correr han surtido buen efecto, caminé y caminé y no me sentí tan cansada... eventualmente me detenía para ver si los cuatro fantásticos venían cerca y pa agarrar más aire... y a seguir... En una de esas paradas me di cuenta.. el atardecer estaba apoteósico! ahí fue donde Jean Pierre me alcanzó... Me alegré cuando vi el desvío y que habían varios aldeanos esperando el último pick up que nos llevaría al pueblo. Casi eran las 6:30 p.m. lo que me dice que caminamos más rápido que de ida...
Llegamos sudando! una señora se nos acercó y nos dijo que nos abrigáramos aunque sintiéramos calor porque segurita neumonía nos iba a dar.
Aterrizamos en Santa María y la cena ya estaba lista... medio cené y me vine a tirar a la cama... me duele todo, fuera de curarnos creo que no nos vamos a levantar mañana toda la mañana... hace un rato salí a ver si los demás están por ahí y no vi a nadie... supongo que todos estarán dormidos... diatolito!
No me quejo, el paseo fue duro, pero los paisajes eran hermosos... ahorita con permisito... voy a ir a tomarme una ibuprofeno...
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