Quitando a mi papá y a Sebastián... nunca he vivido con hombres de manera exclusiva... nunca me he casado, nunca me he acompañado y luego de un breve aterrizaje forzoso en la casa de un ex y que al final fue un poco traumático el asunto... me había quedado claro que nunca quiero vivir con uno.
Pero Ay de mi!!! Me vengo a trabajar aquí y resulta que en la casa donde resido solo viven hombres... hasta la mascota ostenta el sexo masculino... soy la única mujer en esta casa de locos...
Es cierto que cada quien lleva un ritmo de vida particular, nos cruzamos los caminos en momentos claves del día: la hora de los alimentos, el momento de oración diario obligatorio... al cual falto la mayoría de veces y ya me vieron feo por la irreverencia (¬¬)... ^_^... a la hora que dan la serie oficial de esta casa y que hasta a mi me ha interesado llevarle el hilo... de ahí neles, cada quien hace sus horarios y lleva su ritmo de vida interno.
En Septiembre, cuando me trasladé para acá, acababa de poner las maletas en el piso cuando me dieron mi manojo de llaves... con un GRAN llavero que las contiene. Son un montón y vienen en todos los tamaños y colores. Mi jefe me dijo... "Tenga... puede entrar y salir a la hora que quiera... eso si... nada de visitas maritales porque nos va a dar envidia"... como si mi vida estuviera para "visitas maritales" ¬¬
Y bueno, ahí he ido sobreviviendo a estos cuatro hombres... como la noche en la que me levanté a traer un vaso con agua y me encontré a Isidro (un españolete pecoso, seco y alto) cuasi chulón que se dirigía a no sé donde y me dio un susto monumental por muchas razones :S, o la vez que el P. Marcelino no dejó de toser toditita la noche y tuvimos paz hasta que mi jefe le dio una infusión que casi lo despacha al reino de los angelitos... o en las múltiples ocasiones en las que mi jefe ha intentado exorcizarme el afecto por un tipo a punta de alcohol (fuerte y constante)... el pobre ha fallado y ya está sospechando que... o mi hígado ha mutado o que me niego a perder las emociones cuando al fin logro sentirlas... ni una ni la otra... había sido pura necedad, pero ya... anoche vio que ya me fui impermeabilizando las emociones...
Esta mañana, a las 4 a.m. me despertaron los ronquidos que venían del cuarto contiguo al mío, ayer aterrizó otro huésped, también hombre... otro europeo... ¬¬... y lo confieso... así... de primas a primeras... no me cayó muy bien que digamos....¬¬
1 comentario:
Y son desordenados? y limpios?
Yo compartí pupilajes con mujeres, y los platos sucios eran un dolor de cabeza, así como tirar la moneda para quién hacía limpieza.
De mi compañero de casa, que justo el 7 fueron 12 años, no puedo comentar ja ja ja.
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