viernes, 27 de febrero de 2009

27 de febrero

Hace un año, justo en la tarde de un miércoles abrí este espacio.

Al inicio no escribía mucho, bueno... no aquí, sino que todo se quedaba en mis eternos cuadernos que un día decidí dejar marcharse en una enorme fumarola. Muchas cosas que ahí vieron la luz se fueron al otro mundo en su eterna calidad de inéditos.

Todavía andan por ahí mis últimos dos cuadernos, algunos textos aparecen aquí, otros están reservados para mi nada mas. Algunos textos que aparecen en este pequeño espacio... no están en los cuadernos, porque están reservados para ustedes, para mí y para el inmenso ciberespacio.

Hace un año, hace un año largo y ajetreado... como cualquier otro año, como cualquier otro día, como cualquier otro segundo... hace un año estaba en una oficina donde no me correspondía estar, hace un año estaba aprendiendo cosas que no me gustaban, hace un año esperaba ansiosa un concierto, hace un año pensaba en tantas cosas que ahora, oh! sorpresa... sigo pensando y otras... que se me escaparon dejándome con los brazos un poco desnudos.

Gracias a este espacio he conocido a otras personas, me he re-encontrado con otros un poco olvidados en el trajín diario, he apreciado la visión que no me permitía admirar, he confirmado que, como dice Eduardo Aute: "lo que me pasa es que a este mundo no lo entiendo", pero también reconozco que en medio de tanta confusión, en medio de tanto desgano y a veces hasta tristeza... hay cosas que me maravillan y que me hacen querer ver el sol de nuevo.

En alguna ocasión lo he dicho ya, escribir aquí ha sido un medio terapéutico contra mi timidez, contra el pelotón de fusilamiento de mí misma, contra la encarnizada soledad de escribir en páginas blancas y con tinta morada, contra mis ínfulas de heredera de gritos apagados. Porque tenía razón la Dra. Garay, escuchar lo que dicen otros de lo que está en mi interior me ha hecho poner los pies en el suelo y ver que, así como yo, hay otros en las mismas situaciones... a la larga, gracias a ustedes que leen estos desvarios... me he sentido menos sola.

Y bueno, hace un año... hace un año que no tomo medicamentos, hace un año que estoy mejor conmigo, con las cosas que no le gustan a los demás de mí... y con lo que si les gusta a los demás de mí, hace un año camino sola, hace un año me dejo acompañar de ustedes, desde hace un año me siento en paz y en libertad de gritar lo que me pega la gana.

Y ojalá que vengan más accidentalidades que puedan ser seleccionadas por mi retorcida mente, para mientras, les dejo, de aquí hasta dentro de 365 días.... más de mí misma.

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