jueves, 5 de febrero de 2009

Remordimientos

Yo ya no estoy para remordimientos inocuos... mis remordimientos son un poco diferentes, así como pequeña piedra en el zapato, no mata, pero anda jodiendo... y es que vos me jodiste. Si, disculpá que te lo diga así... sin pena, ni tampoco gloria.
Te fuiste a caer justo a la par mía, cuando yo me entretenía ignorando al resto del mundo. Te caíste en toda tu ancianitud y no hallé qué hacer con mi cuerpo, ni con el tuyo.
Me doy asco, soy un ser humano vil y cruel, no verte antes si siempre has estado ahí, vendiendo tus chiclet`s o tus pedacitos de pan mosqueado o simplemente alzando tu vasito mugrosito que antes era de color rojo... no me mal interpretes, ya te había visto, pero nunca había sido conciente de tu existencia...
Y si, mucha teología de la liberación, mucha conciencia social, mucha denuncia, mucha noticia amarillista, mucho averiguar qué puercas hace un geriatra... mucho Asilo Sara... pero nada de mirarte en serio. Hasta ahora. Ahora que te has caido, tropezaste... y alcanzaste a agarrarte de mi brazo... mi debilucho brazo que una vez soñé alzar en pro de los desvalidos... y ahorá se limita a solo escribir babosadas! Y estos mis ojos que se han dado el lujo de llorar por minimidades ahora vieron tu gesto de dolor... y no tuvieron ganas de llorar... no... sino de cerrarse para no ver tu gesto de pavor al caer. Disculpame, de verdad... disculpame.
Y no digo nada. Me quedo callada, me quedo como idiota... sufro por mierdas! Y vos sufris más, hambre, frío, dolor... y yo sufro porque no puedo comprarme otros zapatos, o porque quisiera más libros en mi librera o porque simplemente me duele un lugar del alma que no sé mencionar. Disculpame y disculpá también al resto de la sociedad... para la cual no sos más que otro indigente sin nombre, sin apellido y sin DUI.

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